martes, 18 de abril de 2023

En ti



   

   foto: A.Ginzo



Cada mañana en tus ojos
me veo hermosa
Y la palabra enmudece
Y ya no importa
Que llore el sueño
al nacer la aurora
Que el frío escarche los hilos
de la memoria
Que no amanezca de nuevo
O que mi historia
se haya vestido otra vez
de negra sombra.

Cada mañana, amor
A puro fuego 
Gestamos tan feraz poema
Que me consolido verso.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Cual púber canéfora












Consuelo busco hoy
En poemas ajenos
Pues los míos se me antojan
Pobres, hueros
Diríase quizás preñados
De un desmesurado anhelo
De mas voluntad que verbo
De mas inquietud que acierto
De mas empeño que tiento
Postulante a rapsoda
Bardo espurio
Insolente aedo que depreca
Perdón al enfaldo de la Lírica
Cuando quise reparar en mi soberbia
El afán ya había ganado la batalla
Y es que el verso aún sin fortuna es adictivo
Y yo débil y arrogante
Harto proclive al delirio
Nuda ante su hegemonía
Coima mansa subyugada
Mendiga de la palabra

Consuelo busco hoy
En el estro de Calíope u Orfeo
Pues aunque abundo en pasión
Se me resiste el despejo
 

viernes, 5 de abril de 2013

Luto.




Traigo de luto negro
vestida la memoria
en un intento vano
de esconderme en la sombra.

De negro traigo
teñida la añoranza.

Negro de muerte
Inútil, triste, frío
Mímesis imperfecta
Rogativa negada
Desamparo absoluto
ante tan voraz ansia.

Traigo de luto
Ataviada el alma
Amarrado el coraje
Sostenida la rabia.

Luto ancestral
Severo, insoslayable

Muy pequeño exconjuro
ante tal soberana.

En negro acallo la vida
La muerte habla
De ahí que vista de luto
toda esperanza.

Por malgastar en disfraces 
mi moneda
Caronte me abandonó
una madrugada
Y en esta orilla enmudece
mi eterno canto
para la Nada.

Paupérrimos y tristes versos
ante la soberbia Parca.


De negro luto traigo
Espectral
La mirada.





martes, 5 de febrero de 2013

Sueño.



Aunque reviente escribiendo
el dolor no se amilana.

Quizás no fue buena idea
despertarme de aquel sueño
sin haber dormido nada.


Y saber que no soñaba.

 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Futuro imperfecto. Fina/ 83B



Me despierto al son de un cantarín -¡Buenos días, Fina! ¡Vamos a lavarnos! Es de nuevo una de esas chicas vestidas de blanco que hace tiempo se cuelan en esta habitación que no parece la mía. A lavarse, dice que viene. ¡Esto es un sindiós! En la mesilla están mis fotos, las estampas de mis santos, mi rosario y mis gafas. Pero no recuerdo haber mandado pintar las paredes con este color verde claro. Tampoco sé porqué, en lugar del cuadro del Santísimo, de la pared cuelga la foto de una playa borrosa.También han puesto una foto en la puerta. Es de una señora mayor que se llama como yo pero, en vez de apellido, tiene un número y una letra: Fina/ 83 B (está escrito en un cartelito con flores). Será una amiga de mi abuela. No sé qué hace en mi puerta.  Tendré que mirarme esto de la memoria. Últimamente se me olvidan las cosas.Voy al baño. Han quitado el espejo de encima del lavabo y han puesto en su lugar una ventana desde la que me mira una vieja despeinada y sin dientes que me asusta. Grito y la insulto. Si tuviese mi bastón la echaría de aquí. No lo encuentro. Tampoco mi vestido de ir a misa, mi corsé ni mis medias. Y ya se sabe que "mujer sin medias, vestida a medias". Tendré que mirarme esto de la memoria. Sin falta. Mañana voy a D. Ramón a que me de algo. La chica de antes; o a lo mejor es otra, no sé, con esa absurda moda de vestir todas igual. Parecen monjas, pero con pantalones y sin cofia. La chica de blanco pretende que me desnude entera para lavarme. ¡Lo que faltaba! En cuarenta años de matrimonio nunca me ha visto mi Eusebio desnuda y me voy a poner en porretas delante de ella. ¡Ja! Y de la dichosa vieja que sigue mirándome desde la ventanita. Sí, hombre... ¡Antes muerta! ¿Donde coño tengo mi bastón? ¡Ay! He dicho un pecado, ahora tendré que confesarme y seguro que hay viejas haciendo cola ¿Cuántos pecados tendrán para tardar tanto? La chica ha llamado a otras dos. Por mucho que grito, me quitan el camisón -por cierto, está pegajoso y huele muy mal, no sé que me habrán echado - y me meten debajo de un tubo que rocía agua por encima de mi cabeza. Me han mojado todo el pelo. Ahora tendré que volver a la peluquería y llegaré tarde a misa. La vieja de la ventana también tiene el pelo chorreando. Me alegro. Lo merece. Por fisgona. ¿Quién le manda asomarse?. Me hace mucha gracia, tengo que contárselo a D. Ramón cuando venga de visita. Hace tiempo que no lo veo. Ya está mayor, el hombre.Voy a vestirme. Mi madre me ha dejado la ropa encima de la cama. Limpia y planchadita. Huele bien. Pero no me gusta ese vestido marrón.¡Quiero el rosa con puntillas! Llamo a mamá y no me oye. Mejor me pongo este antes de que se enfade y me castigue sin los churros del desayuno. Todos los domingos desayunamos churros después de misa. Se lo digo a la chica de blanco que viene a buscarme para ir al comedor. Dice que no es domingo. Por eso mi madre no me ha puesto el vestido de puntillas. Hay mucha gente en casa. Viejos y viejas. A lo mejor mi abuela da una cena. Seguro que es para pobres.Veo alguna mujer en zapatillas y sin medias. No sé para qué me llevan a comer con ellos. Aunque, la verdad, soy la más bonita de toda la clase con mi vestido nuevo de puntillas. No quiero tomarme el chocolate por si acaso me mancho, pero no me dejan salir a jugar hasta que se levanten todos de las mesas.Eusebio está retrasándose mucho. Llegaremos tarde a la consulta de D. Ramón. Le diré a la chica de blanco que busque mis guantes, mi sombrero y mi bastón. Últimamente no sé donde dejo las cosas. Tendré que mirarme esto de la memoria. Sin falta. Hay un portero nuevo que no me deja salir. Conchita me estará esperando. Vamos a llegar tarde a la escuela y además no podré comulgar porque me he tomado el chocolate. Voy a ver si la enfermera me da un poco de jarabe. Ando muy mal del vientre. Seguro que nos echan algo en el café. Una chica de blanco ha encontrado mi sombrero. Me saca al jardín a charlar con un señor muy amable que me trae pastas. Se parece a Eusebio pero es más viejo y no anda muy bien de la cabeza. Me llama mamá. ¡Pobre! Me da pena, pero no digo nada. Seguro que no tiene amigos para jugar. Y a la gente mayor hay que respetarla, siempre lo dice mi abuela. No puedo morder las pastas porque no sé donde he dejado la dentadura. Tengo que mirarme esto de la memoria sin falta. Mañana. Que hoy es domingo y voy a llegar tarde a misa. Tengo el vestido mojado y sucio. Seguro que me han echado algo en la silla. Ahora querrán que me lave otra vez. Pues el vestido verde no me lo pienso poner. Aunque me quede sin churros. Voy a llegar tarde a clase. Y no encuentro el bastón.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Vergüenza





Más allá de los miembros
amputados
De las cuencas vacías
De los niños nonatos

De los ríos de sangre
Más allá
De los cúmulos de cuerpos
eviscerados

Más allá hay papeles
que ocultan la historia
y limpian el lodo

Hay fluídos
que oscurecen las conciencias
Más allá
Donde otros empiezan
Lo que nunca acaba

Y habrá ecos de las risas
que parieron estos llantos

Y una foto de tres tipos satisfechos

Ebrios de Gloria
De Ego
De Historia

Asesinos impunes
Más allá
De una Ley
De una Norma
De un Consenso

De una Justicia
Más allá
de este acá
del Infierno

Y perdurarán memorias
De gritos de desamparo
De ayes de desconsuelo
De silencios de estupor
De rezos de puro miedo

Que morirán
Más allá
donde se ahogan
y esconden
Bajo un disfraz
de medallas, honras y loores

Las Patrias oyen el canto
De mercados de valores
De campanas de comercio
De recomponer lo roto
al mejor precio

Los más allá quedan lejos
y la miopía es endémica
en estos tiempos

[Apaga la tele, niño
Qué asco! estamos comiendo]

Las moscas verdes engordan
al amparo del silencio


Y
aunque decirlo no baste
Yo
Me avergüenzo.

[Fundido en negro]


lunes, 19 de noviembre de 2012

Duda o Lamento.



 Creo


que sangro palabras

lloro silencios

y exhalo sueños




  Creo


que eso me ha traído



Desde el infierno


a estos versos



Desde la muerte


a la pluma


Desde el dolor


al anhelo



Desde la rabia


al desvelo


Desde la ausencia
al recuerdo


 Creo


que exhalo silencios

lloro palabras

y sangro sueños.


Creo.